(La siguiente columna es una colaboración redactada por un compañero egresado de la Universidad de Puerto Rico.)
Por: Angel Pérez Soler, M.A.
San Juan, Puerto Rico
Definitivamente, Derick Rose es el MVP de la NBA. Sin terminar la temporada, no se puede hablar de un jugador tan dominante como lo es Rose.
Sacando de la discusión el premio a MVP, vamos con el novato del año. Sin mucha discusión, Mr. Blake Griffin será el novato del año. Aunque en lo personal, yo no lo considero tan novato, ya que jugó la pasa temporada y se lastimó en ella, el chamaco es un matador. Griffin, será una super estrella y se veía venir desde su participación en el baloncesto colegial (NCAA). Ojala que tanta agresividad no lo lleve a lastimarse.
Por otro lado, el defensa del año debe ser para Dwight Howard, ya que es un jugador que no permite ofensiva en su área. Una muestra de lo que menciono, es la cantidad de faltas personales que comete y la cantidad de bloqueos de balón que promedia. Ciertamente, su intensidad en la cancha y su pasión de juego lo ha llevado a ser el jugador con más falta técnicas en la liga, rol que en temporadas pasadas le pertenecía al defensa de Los Angeles, Ron Artest. Para sexto hombre mi candidato debe ser Jason Terry. Terry, ha demostrado tener una ofensiva y defensiva de un cuadro regular. Sin embargo, no ha tenido problemas con venir del banco a aportar para que su equipo gane.
Para finalizar, vamos al dirigente del año. Junto con Rose, él dirigente de Chicago ha demostrado ser la mente maestra y tener la formula mágica de ganar. Pero, mi candidato no es él, mi candidato es él dirigente de los Nuggets de Denver, George Karl. Hay que recodar que Karl está atravesando por una enfermedad terminal y su pasión por el deporte ha dejado a un lado su salud personal. Por otro lado, a mitad de temporada su equipo se quedó sin sus jugadores franquicia. Con la partida de Billups y Anthony, el dirigente Karl, ha seguido ganando y manteniendo a los Nuggets en la cuarta posición del oeste. Para mí, el dirigente es una parte importante en el juego, a pesar que no suda su uniforme, es quien le da la fuerza moral al equipo y es él custodio de la calma en la cancha.
Angel Pérez Soler
aperezsoler777@yahoo.com
El autor es estudiante doctoral de Historia en el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe (San Juan, Puerto Rico). Posee una maestría en Trabajo Social de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras.
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