lunes, 27 de diciembre de 2010

It's Carmelo Anthony's Decision

The recent media attention given to Puerto Rico’s national basketball representation did not stop after the celebrated announcement made by the island’s basketball federation regarding the hiring of Rick Pitino as the new head coach for the men’s team. The need for more media basketball discussion was the perfect excuse to start a new rumor that immediately caught the attention of different Puerto Rican sports analysis forums. The “ghost” of Carmelo Anthony was revived and inserted into new debates led by sports journalists and loyal basketball fans in Puerto Rico. The Denver Nuggets and Team USA star was once again interested by the island’s basketball program.
Carmelo Anthony was born as the son of a Puerto Rican man and an American woman. His relationship to the island through his dad qualifies him to represent this Caribbean country on any international sports events. Before the 2004 Summer Olympics, former General Manager for Puerto Rico’s national basketball team, Salvador Vilella tried to persuade him to play for his biological dad’s nation. Anthony rejected the invitation and chose to play for Team USA where he joined basketball veterans such as Allen Iverson and rising stars like Lebron James. His team lost the 2004 Summer Olympics opening game against Puerto Rico, but eventually won the bronze medal on that same prestigious international tournament. While most sports media today comment about a possible NBA mid-season team trade for Carmelo Anthony, some Puerto Rican basketball executives and analysts insist on the player’s availability to represent the island on the upcoming FIBA-Americas Olympic qualifying tournament to be held in Argentina this summer.
What was first described as a rumor by commentators from the most popular Puerto Rican sports show on broadcast radio later became cover page material for those who frame the news on different major written journalism sources. The newspaper with the biggest circulation on the island dedicated the top right corner of their cover page to publish a headline where the comment that Anthony “now wants to be a Boricua” was presented as fact. Inside the sports sections of several printed and cyber newspapers, the evidence for the information was only based on a recent communication established by the Puerto Rican basketball federation (FBPR, for its acronym in Spanish) and Anthony’s agent. One week after the big announcement, we have not heard any declaration from Carmelo Anthony in relation to this possibility.
Without entering into the difficulties that may be presented by the International Basketball Federation (FIBA) and USA Basketball, the two organizations with the power to provide the decisive approval for Carmelo’s change of “sport citizenship”, we cannot forget that the most important determinant for these cases is an athlete’s honest desire to represent a nation. We just hope this is not another attempt made by the FBPR to “beg” for the participation of players who have never felt any sense of belonging towards Puerto Rico, its cultural imaginaries, and its national sports institutions. For those who treasure the island’s sports sovereignty, Anthony’s “identification” with the island should not be simplified through the coverage of his sympathy toward Puerto Rico by means of a gesture where he promoted his Foundation by financing a new basketball court for the marginalized community of “La Perla” in San Juan. Like any other country in the world, representing the Caribbean nation of Puerto Rico should entail a genuine compromise to serve its people with pride and responsibility.
If Mr. Carmelo Anthony has an honest interest to accept the responsibility of embracing his Boricua and Latin American roots, along with the constant triumphs and struggles faced by those communities, our national basketball program and its directors could then start to consider themselves as lucky people. We just hope Anthony realizes that wearing the Puerto Rican colors on sports contests is a privileged wanted by many, but only accomplished by a few dedicated athletes. It’s not about having a tattoo with the Puerto Rican flag to perform “minority coolness” in the United States. This is about accepting the challenge of representing a whole national group with dignity and love. If Anthony really wants to represent Puerto Rico, he should be the first one to contact the USA Basketball organization to let them know about his personal desire to play for the island’s national team. Any other effort would just constitute an undue intromission made by the Puerto Rican Basketball Federation and its officers.

jueves, 23 de diciembre de 2010

Regalos navideños para destacadas figuras deportivas de Puerto Rico

Como decía el “cantante de los cantantes”, el gran Héctor Lavoe, “se acerca la Navidad y a todos nos va a alegrar…” En esta época festiva, los/as deportistas también esperan con ansias locas sus regalos debajo del árbol navideño. A continuación les presento parte de la lista de regalos que algunas figuras destacadas del deporte en Puerto Rico incluyeron en sus misivas a Santa Claus. Esperamos que Papa Noel y sus venados sean diligentes con los pedidos de nuestros/as atletas y otras figuras del deporte boricua.

•Carlos Arroyo (baloncelista) – una nueva fórmula ofensiva para el Heat que le permita atreverse a crear más jugadas y ser más agresivo al canasto.
•Roberto Alomar (ex pelotero) – un panel de periodistas que no incluya a Maripily (modelo) y Giselle (merenguera) en la nueva elección del salón de la fama del béisbol estadounidense.
•Juanma López (boxeador) – darle otra pelea a Rafael Márquez, pero en suelo puertorriqueño.
•Vilmarie Mojica (voleibolista) – que no se publiquen más reportajes que la describan a ella y sus compañeras como las “modelitos” del deporte puertorriqueño.
•Carlos Beltrán (directivo de baloncesto) – que aparezcan más “nietos” angloparlantes en la NBA para incluirlos en la selección nacional y así resolver la barrera de idioma entre Pitino y los jugadores.
•Javier Culson (vallista) – otra carrera para vengarse del jamaiquino que lo privó del oro en Mayagüez 2010.
•Beverly Ramos (corredora) – una exposición mediática similar a la que recibe Javier Culson para que así Puerto Rico se paralice cada vez que ella participe en justas de atletismo internacional.
•Fufi Santori (analista) – un contrato para ser el asistente puertorriqueño de Rick Pitino y dirigente en propiedad del equipo que participará en los Panamericanos 2011.
•Jessica Rosa (periodista) – una carta firmada por los/as fanáticos/as de los Vaqueros de Bayamón pidiendo que regrese a las transmisiones radiales del equipo.
•Larry Ayuso (baloncelista) – un segmento en el programa televisivo “Mediodía Puerto Rico” para que junto a “La Burbu” comenten sobre los juegos de Puerto Rico en Argentina 2011 (Pre-Olímpico de FIBA Américas).
•Carlos Delgado (pelotero) – una última oportunidad en el béisbol de Grandes Ligas.
•Elliot Castro – una integrante femenina para “La Descarga Original” que diversifique las perspectivas que diariamente se comparten entre los miembros del programa.
•Xiomara Molero (dirigente) – una llamada de la Federación Puertorriqueña de Voleibol que la invite a ser parte del cuerpo técnico de los equipos nacionales.
•Miguel Cotto (boxeador) – que Ricardo Mayorga se quite de la pelea y así pueda enfrentarse al argentino Sergio Martínez.
•Eric Labrador (directivo de fútbol) – los planos para construir un nuevo estadio de fútbol que no tenga los residuos de un “dogout” de béisbol.
•David Bernier (Presidente COPUR) – presentar su libro en la sede nacional del PPD.
•Mari Batista (servidora pública) – la paciencia para lidiar con Jorge Santini y su negativa a permitir que los Cangrejeros del BSN jueguen en el Coliseo Roberto Clemente.
•Chicky Starr (luchador) – recibir una oferta para ser periodista deportivo en Radio Huelga (UPR).
•Denis del Valle (voleibolista) – ganar un campeonato nacional de la NCAA antes de graduarse de Penn State y comenzar su travesía hasta convertirse en el libero de nuestra selección nacional.
•Raúl Álzaga (periodista) – recibir de “Primera Hora” la oportunidad de redactar una columna semanal sobre lucha libre.
•Gigi Fernández (tenista) – una escuela casera de tenis para entrenar a sus gemelos en el arte de los dobles mixtos dentro del deporte del tenis.
•Jerome Mincy (ex baloncelista) – conseguir junto con Manolo Cintrón un campeonato para los Piratas de Quebradillas en una final frente a Bayamón.
•Picky Soto (voleibolista) – un pasaje para Londres en el 2012.
•El pueblo de Mayagüez – una varita mágica para que la Serie del Caribe 2011 genere el mismo entusiasmo que los pasados Juegos Centroamericanos y del Caribe.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Rick Pitino y su aura mesiánica mediática

Durante gran parte del mes de diciembre, la discusión deportiva puertorriqueña ha estado dominada por los rumores en torno a la posible contratación del cotizado dirigente estadounidense Rick Pitino para tomar las riendas del equipo nacional de baloncesto masculino. Hoy, lunes 20 de diciembre se oficializó el acuerdo entre el actual técnico de la Universidad de Louisville y la Federación de Baloncesto de Puerto Rico (FBPR). Una vistosa conferencia de prensa en la soleada ciudad de Miami sirvió para que el Licenciado Carlos Beltrán, Presidente de la FBPR, y el propio Pitino estrecharan las manos y oficializaran el tan esperado pacto deportivo. El enebeísta puertorriqueño, José Juan Barea también estuvo presente en la actividad y ofreció su apoyo a quien será su nuevo dirigente en la selección nacional.
No recuerdo haber visto un dirigente de algún programa nacional deportivo que haya recibido tanta pleitesía de parte de los directores federativos y medios de prensa principal. Lo hacen con razón. Pocas personas ponen en duda la capacidad de Rick Pitino como técnico de baloncesto. Sus numerosos éxitos en el difícil circuito universitario estadounidense son la mejor evidencia de su calibre como técnico y profesional del baloncesto. No hay duda de su talento y ética de trabajo.
No obstante, utilizar tales experiencias para construir el más colorido discurso mesiánico que presenta a Pitino como la salvación, y quien con su “varita mágica” enderezará el “barco” de los “12 Magníficos”, es una afrenta a la capacidad crítica y memoria histórica de quienes llevamos más de 20 años siguiendo el baloncesto puertorriqueño. Es una falta de respeto a aquellos pasados dirigentes puertorriqueños que con su sacrificio y entrega contribuyeron a que el nombre de Puerto Rico sea positivamente asociado con el deporte del baloncesto en muchísimos lugares del mundo, incluyendo la sede de la Federación Internacional baloncesto (FIBA) en Suiza. Si existe tanta pasión por el deporte de las canastas en Puerto Rico es precisamente por la gloria y triunfos que distintas ediciones de nuestro quinteto patrio nos han regalado bajo la dirección de grandes técnicos como Raymond Dalmau, Carlos Morales, Julio Toro, Flor Meléndez, Manolo Cintrón, Fufi Santori, Armando Torres, Caco Cancel, entre otros. Esta lista es mucho más grande que el puñado de dirigentes extranjeros que en algún momento tomaron las riendas del equipo.
Sin negar que la debacle en Turquía 2010 comenzó un movimiento que hacía la justa petición de una reestructuración en el equipo y la contratación de un nuevo dirigente en propiedad, es importante reconocer que la crisis por la cual pasan nuestros programas de baloncesto no son exclusivamente producto de una dirección técnica que no llenó las expectativas del exigente fanático/a puertorriqueño. Insistir que la contratación de un exitoso dirigente estadounidense va a ser la fórmula que nos llevará a Londres 2010 es tan absurdo como ponerle un parcho de tela al agua que se filtra en el techo del Coliseo José Miguel Agrelot. Pitino va a ayudar enormemente y ojalá cumpla en su cometido de llegar a su primera olimpiada de verano. Sin embargo, una persona no puede cambiar de la noche a la mañana las actitudes engreídas de jugadores que en ocasiones se creen más grandes que los colores que representan.
Resulta penoso ver cómo jugadores que sabemos están sembrados en nuestro equipo celebran la contratación de Pitino aduciendo que finalmente llegó la persona que impondrá disciplina a los jugadores. Esa actitud de respeto y disciplina debe comenzar por el jugador. El dirigente es sólo un facilitador. ¿Por qué no existía la misma actitud de respeto y deferencia hacia el dirigente puertorriqueño? ¿Acaso éstos son inferiores y por ende no merecen el mismo respeto de sus jugadores? Qué estos jugadores no olviden que siempre hay un pueblo al que se deben y espera un compromiso no necesariamente basado en estadísticas y número de victorias, sino en humildad, pasión y respeto por quienes colaboran y toman las riendas de nuestra valiosa soberanía deportiva. Con pocos recursos, estos pasados técnico boricuas merecen el más grande respeto, admiración y agradecimiento.
A Rick Pitino le deseamos lo mejor y agradecemos su interés y compromiso con nuestra escuadra nacional. Esperamos que nunca olvide que hay una nación pendiente a la “nave” que él eventualmente ayudará a conducir. Su puesto se lo hemos prestado temporeramente confiando en su capacidad, profesionalismo y dedicación. Estamos seguros/as que su filosofía de juego impactará positivamente a nuestros muchachos. Aquí comienza la difícil, pero no imposible travesía de llegar a Londres 2012. ¡Enhorabuena!

viernes, 17 de diciembre de 2010

A celebrar el triunfo de las Jerezanas por decreto de rectoría


Como institución, el deporte siempre se ha caracterizado por ser esa musa que motiva personas a construir comunidades y forjar sentidos de pertenencia con algunos entes colectivos. Es común ver cómo ciudades y regiones enteras diseñan sus propias identidades alrededor de franquicias deportivas que juegan en su localidad y llevan el nombre de su pueblo en los uniformes. De igual forma, miembros de países celebran sus identidades colectivas cuando ven a sus equipos nacionales representarlos en juegos olímpicos y otras justas deportivas internacionales. Como comunidades de estudio y asociación, las universidades también poseen sus propias representaciones deportivas. Los triunfos de sus atletas llenan de orgullo a quienes valoran ese sentido de pertenencia con la institución académica que les permite crecer como intelectuales e integrantes de una sociedad.
Recientemente tuve la oportunidad de asistir a un partido de voleibol colegial estadounidense. En la rama femenina, Penn State se enfrentaba a Duke en la final regional de la Asociación Atlética Nacional Universitaria (NCAA, por sus siglas en inglés). Quien resultara airoso en el encuentro, pasaría a la semifinal nacional. Finalmente fue Penn State quien cargó con el título de campeón regional y el pase al prestigioso “Final Four.”
El partido se celebró en Penn State ante un lleno total. La adrenalina en el coliseo era increíble y la banda universitaria se encargaba de mantener el ánimo de un público compuesto por estudiantes, ex alumnos, padres y madres, profesores/as, empleadas/os, y miembros de la comunidad en general. Como fanático de los equipos que representan mi institución de escuela graduada, me aseguré de usar una de las varias camisas blancas y azules con el logo de la universidad. Quería ser parte del ritual y deseaba disfrutar del partido al igual que mis estudiantes que se dieron cita en tan importante choque de voleibol.
Mientras la banda tocaba una popular canción de Lady Gaga, mi amigo Roberto, quien al igual que yo es egresado del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico, me hace un señalamiento que inmediatamente me hizo pensar en mi alma máter. “Rafa, el Presidente de la iupi debería hacer lo mismo y tener una banda en los juegos.” Abrí los ojos y lo único que se me ocurrió decirle fue: “Pues mijo, ya tú sabes. En la iupi todo el mundo está para su lado y nadie apoya a sus atletas. Es lamentable.”
La respuesta que en aquel momento le ofrecí a Roberto no le hace justicia a las horas que posteriormente le dediqué a reflexionar sobre el asunto. Con tristeza pensé en cómo el reciente campeonato de voleibol obtenido por mis Jerezanas pasó sin pena ni gloria para la mayoría de quienes componen la comunidad universitaria de Río Piedras, comenzando por su administración. Me causó rabia y risa a la misma vez recordar el derribo de los portones del Recinto de Río Piedras y la excusa administrativa de que lo hacían en aras de acercar la universidad a la comunidad.
¿De qué comunidad estarán hablando? Allí lo que hay es un pueblo fantasma en donde precisamente ha sido la inacción de quienes manejan lo asuntos universitarios, la mayor fuente de complicidad con respecto a los robos, violaciones y otro crímenes realizados en los últimos años en predios y áreas aledañas al Recinto de Río Piedras. La falta de apoyo al deporte universitario le quita a todos/as los miembros de la institución una oportunidad única para forjar ese sentido de pertenencia por la franela roja y blanca que orgullosamente visten nuestros Gallitos y Jerezanas. El deporte universitario nos permite también acercarnos a la comunidad y expresarle a los residentes de Río Piedras que existen unos equipos dispuestos a representarlos y entretenerlos. A estos eventos deportivos le añadimos los esfuerzos de las agrupaciones musicales universitarias, así como las contribuciones de estudiantes de relaciones públicas sub-graduados, quienes pueden encargarse de promover el equipo ante el resto de la comunidad. Tales estrategias son las que ayudan a que todas/os los miembros de la universidad se sientan parte de los equipos deportivos y valoren su estadía en el centro docente.
Desgraciadamente, la administración universitaria no cuenta con la creatividad y compromiso para apoyar sus atletas e integrarlos a un verdadero proyecto comunitario. Apuestan a la violencia y censura para adelantar sus agendas anti-democráticas. Mis Jerezanas se coronaron campeonas de la Liga Atlética Universitaria (LAI) en la rama del voleibol femenino. Ese triunfo ocurrió el miércoles 17 de noviembre de 2010. Un mes después, aún esperamos por un algún mensaje de felicitación y reconocimiento por parte de la Rectora del Recinto de Río Piedras, Ana Guadalupe. En su lugar, Guadalupe ordena derribar los portones de forma unilateral, contrata mercenarios para enfrentarse a los/as estudiantes, prohíbe la libertad de expresión en el campus, y apoya la presencia y represión policial en el primer centro docente de Puerto Rico.
Llegó la hora de publicar un nuevo decreto desde la oficina de rectoría:
Yo, Ana “Lupita” Guadalupe exijo la retirada de la Policía de Puerto Rico del Recinto de Río Piedras. Me comprometo a negociar con los estudiantes y evaluar las diferentes propuestas que eliminarían la cuota de $800. Nuestro campus podrá ser nuevamente un lugar propicio para las manifestaciones, tertulias, estudios, investigaciones y artes. Para probar mi buena fe, organizaré una caravana por todo el recinto y el sector de Río Piedras para celebrar el triunfo de nuestras Jerezanas. ¡Qué vivan l@s estudiantes!