Por Rafael R. Díaz Torres
Recientemente, la Federación Internacional de Fútbol (FIFA)
anunció la imposición de multas a federaciones de ese deporte en cinco países
latinoamericanos. De acuerdo al organismo rector del fútbol en el planeta, los
hinchas de México, Argentina, Chile, Perú y Uruguay entonaron cánticos
homofóbicos durante partidos de las eliminatorias que clasifican a la Copa del
Mundo 2018, a celebrarse en Rusia. Según el líder del comité disciplinario de
la FIFA, Claudio Sulser, tales penalidades constituyen un esfuerzo, pero no
serán suficientes para erradicar el discrimen y los epítetos homofóbicos en los
estadios. Plantea Sulser que adicionalmente se necesitarán esfuerzos educativos
y campañas de concientización desde distintos frentes.
La homofobia y comentarios discriminatorios que por años han
formado parte de la cultura deportiva latinoamericana están igualmente
presentes en las canchas, estadios y distintos foros vinculados al deporte en
Puerto Rico. Los avances obtenidos en materia de política pública y la
aprobación de leyes a favor de la equidad, no necesariamente se han traducido
en un cambio de mentalidad en gran parte de la población puertorriqueña. Basta
con acudir a partidos del Baloncesto Superior Nacional y ser testigo de cómo
fanáticos y fanáticas utilizan el epíteto de “ese tipo es pato” cada vez que
desean insultar a algún jugador o fanático del equipo contrario. De igual
manera sucede en los partidos de béisbol, tanto a nivel aficionado, como
profesional. Cabe destacar, además, la forma en que se insulta con comentarios
homofóbicos e hirientes a aquellos atletas que en eventos de lucha libre representan
un personaje con gestos y atuendos que se alejan de las normas tradicionales de
masculinidad, según los estándares “aceptados” por los códigos de género
predominantes.