martes, 19 de abril de 2011

No le echen la culpa a la mujer de Juanma


Los Hombres tienen la culpa porque pierden la razón. Sé que tenemos la culpa, nos vence la tentación. Los hombres tienen la culpa de toda esta situación, pues que me echen la culpa por entregarme al amor.
Los hombres tienen la culpa (salsa) – Gilberto Santa Rosa y Don Omar


Juan Manuel “Juanma” López cayó derrotado el pasado sábado 16 de abril. El boxeador puertorriqueño perdió su título mundial peso pluma de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) ante el mexicano Orlando Salido. A pesar del controversial final, la victoria del ahora campeón fue en buena lid. No debe haber excusas.

Continuar elaborando “hipótesis” faranduleras o buscarle la “quinta pata al gato” con tal de hallar responsables por la derrota de Juanma no abona nada al buen análisis deportivo que podría desarrollarse en torno a lo acontecido en el Coliseo Rubén Rodríguez de Bayamón. Ya Juanma aceptó su derrota y reclamó responsabilidad por el desenlace de su reciente defensa titular.

Si el ex monarca de la OMB ahora se enfoca en su eventual revancha ante Salido, ¿por qué algunos analistas insisten en echarle la culpa a los alegados problemas que Juanma tiene con su esposa? ¿Por qué siempre el dedo acusatorio señala a la mujer como la responsable de las derrotas de boxeadores puertorriqueños despojados de sus fajas mundiales?

Desafortunadamente, esta práctica se ha convertido en uso y costumbre para muchas personas que siguen y reseñan boxeo en Puerto Rico. Similares acusaciones hacia compañeras sentimentales se hicieron cuando peleadores como Wilfredo Gómez y Feliz “Tito” Trinidad perdieron importantes combates de campeonato.

Si la pérdida de una faja mundial de boxeo es vista como una amenaza al honor del atleta masculino, es necesario intentar buscar responsables que disminuyan las posibilidades de daño a la imagen del deportista derrotado. Es aquí cuando el ojo inquisitivo de una sociedad machista comienza a catalogar a la mujer como ese ente desestabilizador capaz de arruinar la concentración de aquellos hombres que alguna vez estuvieron en la cima del deporte que practican.

Este nefasto código cultural es el que domina los análisis que surgen luego de que algún reconocido boxeador boricua pierde su correa mundial. Lo estamos viviendo ahora con la cobertura de Juanma López.

Los invito a que reflexionemos sobre este caso.

Nuestro Juanma se prepara para su revancha y es menester enfocarnos en aquellos aspectos técnicos que debe mejorar si desea volver a reinar en la división peso pluma. Cualquier otro tema es materia de los “chismólogos” de carrera, pero no de los periodistas deportivos de profesión.

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