viernes, 11 de febrero de 2011

NBA: Barea es clave viniendo de la banca


José Juan Barea, armador puertorriqueño que milita para los Dallas Mavericks en la NBA, continúa mostrando sus quilates como anotador y creador de jugadas dentro del tabloncillo. Anoche en la cerrada derrota frente al equipo de Denver, anotó 17 puntos y repartió 5 asistencias en aproximadamente 23 minutos de juego. El miércoles fue clave en la victoria de su quinteto ante los Kings de Sacramento. En ese partido, Barea logró 15 de sus 20 puntos en el crucial último cuarto del encuentro.

Las recientes actuaciones de quien fuera el abanderado boricua en los pasados Juegos Centroamericanos y del Caribe Mayagüez 2010, testifican la gran disciplina de trabajo de este talentoso jugador. Ni su estatura, ni el hecho de no haber sido seleccionado en el sorteo de novatos en el 2006, han sido impedimentos para que José Juan sea parte importante de un equipo que es considerado favorito para ganar su división en la NBA. Barea entrega el corazón en la cancha, o cómo diríamos en el buen “puertorriqueño”, éste compite dejando el “pellejo” en el tabloncillo. Su dirigente y compañeros de equipo así lo reconocen y le brindan la confianza para que en ocasiones sea Barea quien tome las decisiones dentro de un equipo que cuenta con uno de los mejores ataques ofensivos en la liga.

Dicho lo anterior, y reconociendo la gran capacidad como baloncelista que posee José Juan, debo discrepar del columnista deportivo Fufi Santori, quien en un escrito publicado en la versión cibernética de “El Nuevo Día” aboga por la inclusión de Barea en el cuadro regular de Dallas. Como sabemos, José Juan es el base suplente que entra a cancha en sustitución del veterano jugador Jason Kidd. Aún cuando Kidd no produzca como antes y haya perdido velocidad, éste continúa siendo un armador productivo y con un IQ de baloncesto privilegiado. Es el tipo de jugador que muchas franquicias quisieran tener para sentar la pauta ofensiva desde el silbato inicial. Su experiencia es vital a la hora de tomar decisiones y manejar el timón de un conjunto que cuenta con demasiados cañones ofensivos (e.g. Dirk Nowistki, Caron Butler, Jason Terry, Shawn Marion, y hasta el propio Barea).

Si bien concuerdo con Santori en el sentido de que Barea podría recibir mayor cantidad de minutos por juego y cerrar más partidos, creo que José Juan le sirve mejor al equipo viniendo del banco para inyectar su acostumbrada energía, aportación ofensiva y asistencias. Los buenos equipos son aquellos que logran mantener o subir su nivel de juego cuando sientan a algunos regulares y traen reservas a cancha. Eso es lo que se espera de quienes entran a jugar como primeras sustituciones desde la banca. Tomemos el caso de Jason Terry. Este jugador es uno de los mejores en el equipo de Dallas, aún cuando nunca comienza en los primeros cinco. Barea cumple una función similar a la Terry. No podría imaginarme a Jason Kidd siendo el sustituto de José Juan en la alineación. Jamás traería la misma velocidad y energía que se espera de esos jugadores que son parte de los primeros cambios en la rotación de un equipo de baloncesto.

Esta reflexión nos invita a recordar que en un deporte tan movido e impredecible como el baloncesto, los jugadores más valiosos para un equipo no siempre son aquellos que comienzan en el cuadro inicial. Cada miembro de un quinteto tiene un rol específico y así sirve mejor a la causa del conjunto. Barea es pieza clave para Dallas aportando como su séptimo u octavo hombre. A much@s nos gustaría verlo un poco de más tiempo en la cancha, pero no podemos negar que su dirigente Rick Carlisle lo ha utilizado muy bien en lo que va del mes de febrero.

(Comparto en enlace para accesar la columna de Santori: http://www.elnuevodia.com/bareatienequeserregular-888209.html.)

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