jueves, 10 de marzo de 2011

Los Heat, lloran a Arroyo


(La siguiente columna es una colaboración redactada por un compañero egresado de la Universidad de Puerto Rico.)

Por: Angel Pérez Soler, M.A.
San Juan, Puerto Rico

En los pasados días, el dirigente de los Miami Heat, Erik Spoelstra en conferencia de prensa mencionó la frustración de los jugadores de su equipo, ante la derrota sufrida contra los Bulls Chicago. Spoelstra, comentó que los jugadores estaban tan frustrados que algunos de ellos “lloraron” en el camerino una vez finalizado el juego. Mientras tanto, el puertorriqueño, Carlos Arroyo, relevado de su cargo en los Miami Heat en el fin de semana, se prepara para recibir ordenes de un nuevo dirigente.
La frustración de los Heat, ha pasado por muchas etapas. En primero lugar, el acoplamiento en inicios de temporada. Tres superestrellas que han estado acostumbradas a la gloria máxima en sus pasados equipos, luchando por compartir la misma. Luego, las “estrellitas” tuvieron un fuerte intercambio con su dirigente acusándolo de “flojo” y ahora la crisis que aflora en su camerino.
En la noche del martes, 8 de marzo, los Heat volvieron a caer en contra los Trail Blazer de Portland por un margen de 9 puntos. Con esta derrota, los Heat suman su racha perdedora a 5 juegos.
Para mejorar su rotación, los Heat firmaron al veterano armador Mike Bibby. Bibby, no ha podido aportar en el manejo del balón, como se esperaba. El problema con este equipo es que ni Arroyo, ni Bibby, podrían ayudar a con la distribución del balón en la cancha, ya que el hombre franquicia, Lebron James, siempre quiere tener la bola en sus mano. Es tanto así, que lo que se ha desarrollado como química en ese equipo es quien de anota más punto; Lebron o Wade. Mientras esa rivalidad se acentúa, otra de sus “súper estrellas” Chris Bosch, tienen menos acceso a la bola. Un jugador como Bosch, que demostró se un anotador al llevar a los Toronto Raptors a la serie de post temporada, sin un equipo fuerte, ha sustituido su rol a uno de rebotero y defensa.

Los egos en este equipo, han asesinado la ilusión de ver jugar a tres grandes jugadores juntos, convirtiendo en satisfacción sus derrotas. No hay escusas, tienen una cantidad de jugadores excelentes. Jugadores que hacen su rol, Eddie House, Dampier, Ilgauskas, Mike Miller, Jones y Bibby. El problema son las “estrellas”.
Para ganar no se necesita muchas “superestrellas”, se necesita química y aceptación del rol que te toque realizar. Mira el caso de San Antonio, todos pensábamos que este equipo era periódico de ayer, sin embargo, la humildad de sus jugadores y la aceptación de sus roles han llevado a que tengan la mejor marca en la liga. Cómo explica que la “estrella” de San Antonio, Tim Duncan, promedie menos de 12 puntos por juego y que este equipo siga ganando. Cómo se explica que en el caso de Los Angeles Lakers, su “estrella” Kobe Bryan anota no más de 25 puntos por juego y lleven 8 victoria corridas. Se llama química, defensa y aceptación de roles en la cancha.
En la medida que la rivalidad imperante entre Wade y Lebron no cese, este equipo tendrá una nomina bien alta, sin ver campeonatos en su casa. Ni Arroyo, ni Bibby, ni ningún otro, podrán hacer nada.

Angel Pérez Soler
aperezsoler777@yahoo.com
El autor es estudiante doctoral de Historia en el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe (San Juan, Puerto Rico). Posee una maestría en Trabajo Social de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras.

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